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viernes, 3 de septiembre de 2010

Primer destino: La Polinesia Francesa

Bueno aquí os cuelgo el diario de mi  viaje de novios a la polinesia, espero que os sirva de ayuda a todos los que afortunadamente viajareis en breve a ese lugar de ensueño. He dividido las etapas por islas, espero que no os aburra mucho jeje…


Etapa 1

A las 7.30 de la mañana cogimos el primer vuelo desde Barcelona hasta Paris, para continuar con Air Tahiti Nui hasta los Ángeles.  Una vez pasada  la aduana, etc… continuamos nuestro camino hasta por fin llegar a Tahití a las 21:00 hora local. En total  casi 24 horas incluyendo las escalas.
 Nos hospedamos en un hotel enfrente del Aeropuerto para pasar la noche ya que al día siguiente a las 6.30h embarcábamos hasta nuestro primer destino de las islas de la sociedad “Huahine”. El hotel estaba bastante bien, limpio, confortable, y se puede ir andando desde el aeropuerto. Para pasar una noche, con el cansancio que llevas en el cuerpo, es ideal. Dispone de Wifi gratuito! Llevabamos un notebook así que pudimos mantener un primer contacto con los nuestros. Cabe decir que al llegar a facturar el equipaje en Paris, debido al overbooking, nos tuvieron que resituar en Bussines class…viajamos todo el camino en un sofá que se hacia cama, con la bebida que quisiéramos todo el viaje, hasta champagne. Comida a la carta y en platos, nada de bandejas, una tele que salía del reposa brazos dos o tres veces más grande que las de clase turista, en definitiva una pasada, parecíamos dos tontos en un parque de atracciones. Yo creo que se noto que no pegábamos mucho ahí jajajá pero que más da!  “Viajar así da gusto”.


                                                                   Vistas desde el hotel

Etapa 2

A las 6.30h salió nuestro vuelo destino a Huahine. Hicimos primero escala en Raitea y una vez recogió más gente continuó su trayecto.  El aeropuerto de Huahine es pequeño pero muy acogedor.  Nos vinieron a buscar  en una furgoneta del hotel y en 25 minutos estábamos haciendo el check in. Nos hospedamos en el Hotel Relais Mahana, todo lo que os pueda decir del hotel es poco; No es muy grande pero la paz que se respira en él merece la pena. Nos hospedamos en un Deluxe Garden bungalow, es una cabaña preciosa, con su porche, y su jardín. La ducha tiene una puerta que comunica con el jardín y si la abres tienes la sensación de ducharte al aire libre.  Este hotel no dispone de Wifi, pero si internet de pago.  También disponíamos de forma gratuita de toallas, kayacs y equipo de snorkeling ( aunque nosotros llevábamos el nuestro).


                                                                  garden bungalow

La playa del hotel es idílica. Privada, pequeña, con palmeras, arboles, arena blanca y llena de rosetones de coral para aquellos a los que les guste bucear. 


                                                                          Más playita

La comida no está mal, pero como ya os iréis dando cuenta´, bastante cara como en toda polinesia. Nosotros cogimos solo el desayuno ( buffet escaso pero bueno) ya que nos comentaron que era fácil encontrar lugares para comer o supermercados donde comprar algo…. Pues va a ser que no, por lo menos donde estuvimos. Al final acabamos comiendo en el restaurante ( muy bonito, eso sí, comíamos en la terraza frente a la playa, casi nos daba el  agua en los pies). Nos dejamos más de 200 euros en comidas y bebidas en los 2 días y medio en los que nos alojamos.


                                                          la terraza del restaurante

El segundo día alquilamos unas bicis (si queréis recorreros la isla mejor alquilar un coche, os lo recomiendo), y nos dimos una buena vuelta para sacar fotos.  Todo muy exótico, muy verde,  y un agua azul turquesa esplendido. Cerca de donde estaba el hotel había un Marae muy chulo, son unas ruinas muy bonitas ideales para hacerse unas fotos. Al final de la laguna podíamos apreciar como rompían las olas en el arrecife.

Durante nuestra estancia tuvimos un día y medio de sol, y otro nublado, una lástima, pero bueno, en polinesia el tiempo cambia de forma rápida.
Si buscas paz y tranquilidad Huahine es una de tus islas.

Etapa 3

Eran las tres de la tarde cuando nos pasaron a recoger para llevarnos al aeropuerto en nuestro cuarto día de viaje. Próximo destino Taha’a.  El vuelo no dura más de 15 minutos, pero no te dejan en la isla, el aeropuerto está en la isla vecina Raiatea ( estas dos islas comparten laguna).


                                                               Raiatea desde el avión

 Allí nos recogieron y nos llevaron en lancha hasta el motu donde estaba situado nuestro hotel,  Le Pirogue.  Qué decir de este hotel también…. Si el  Relais mahana de huahine era muy bonito, este era precioso.  Nada más llegar nos recibieron en el embarcadero con el collar de flores de tiaré, te sientes tan bien en ese momento jejeje….  Nos acompañaron al bungalow frente a la playa, increíble, la escalerita del porche te dejaba a ras de agua… la habitación sin palabras, muy bien adornada, grande y muy acogedora. En la terraza tu mesa con hamacas y como no… nuestra botellita de champagne de recién casados.


                                               Vistas desde el bungalow con Taha'a de fondo

La pena es que llegamos a las 17:30 mas o menos  y ya era de noche (en esta época del año oscurece muy temprano). Nos dio tiempo a una ducha  y listos para la cena. En esta isla os recomiendo la media pensión si os alojáis en este hotel ya que no hay nada a su alrededor.  La comida a la carta y exquisita, una pasada de verdad, comida rollo diseño de restaurante caro, os lo aseguro.  La bebida cara, pero como ya he comentado, en polinesia, todo es caro.


                                                          Un ejemplo de plato, exquisito!!!

Debido al jet-lag que aún nos duraba a las 6 ya estábamos despiertos.  Estaba nublado y llovió durante unos minutos, pero el tiempo cambia rápidamente en la polinesia y para la hora del desayuno ya había abierto el día. Contratamos un tour por la isla, primero fuimos a una granja de perlas, más tarde a una plantación de vainilla ( eso sí, mosquitos a mansalva!!), allí nos explicaron la producción, vimos una plantación, etc.… para comer nos llevaron en lancha a un motu (isla) perdida en medio de la laguna, con unas aguas turquesas de revista. 


                                                                       Playa del Motu


                                                                   Raiatea de fondo

Y para finalizar nos llevaron a un jardín de coral a bucear… precioso.  El día no estuvo mal…la única pega, el idioma, te lo explican casi todo en francés, de vez en cuando algo de inglés, pero bueno, nosotros no nos enteramos de muchas explicaciones, una pena. Hicimos un montón de fotos, jejeje.  Llegamos al hotel para las 5 de la tarde. Una exquisita cena y dormir.

Es una pena que nuestra estancia en esta isla fuera tan corta, apenas dos días completos. A la mañana siguiente, después del desayuno pusimos rumbo a nuestro próximo destino, para mí el más deseado desde que vi su imagen en una revista, Bora Bora.

Etapa 4

Las 9 de la mañana y los nervios a flor de piel. No me lo podía creer, en apenas dos horas iba a realizar uno de mis mayores sueños, estar en Bora Bora. Al llegar al aeropuerto de Raiatea, y una vez facturado el equipaje nos dispusimos a embarcar en el avión ( coger lado derecho del avión mirando a la cabina para tener la mejor vista ).  El vuelo dura apenas 15 minutos, a  mí se me paso en un abrir y cerrar de ojos.  La imagen desde el avión es como te lo imaginas, tal y como se ve en los documentales, etc.…
A las 11.30 de la mañana tuve que contener las lagrimas de la emoción, después de tanto ahorrar ya estaba allí.



                                                     Le meridien y otros desde el aire

Lo primero que ves al bajar del avión es una pista de aterrizaje rodeada de aguas turquesas, azules, verdes, infinidad de tonos, y un aeropuerto muy pequeño.  Como no, al llegar te están esperando personal de los diferentes hoteles para darte la bienvenida. Nosotros después de mucho mirar nos decantamos por Le Meridien.

Una chica muy simpática nos recibió con un gran collar de tiaré precioso y nos invito a subir a bordo del barco del hotel. La travesía hasta llegar no la puedo describir con palabras, demasiados sentimientos encontrados, miraba los hoteles, sus overwater bungalows, el monte Otemanu, el color de la laguna, increíble.
Tardamos muy poco en llegar, unos 20 minutos.  En recepción nos llevamos nuestra primera sorpresa cuando las explicaciones nos las dieron en español!!! Ay dios… por fin… jajajá  Alain se llamaba, muy majo! Nos ayudo mucho. Cabe decir que tanto el restaurante, como la chica de las excursiones saben español, no lo dominan, pero menos da una piedra.



                                                         Monte Otemanu desde el hotel


                                                                          Overwaters

Nos alojamos en un overwater bungalow, ni me lo pensé a la hora de escoger tipo de alojamiento, en Bora bora para mi era como una obligación estar sobre el agua. Que decir de la habitación, las otras eran preciosas, pero esta ya no tenía descripción. Hay un powerpoint que circula por la red a cerca de Bora bora, y en el aparecen fotos de un hotel y sus habitaciones, pues nosotros nos alojamos en una de estas. Eran iguales a como las vimos. En medio de la habitación una ventana que hacia de suelo enorme por donde podías ver el mar azul turquesa, y los peces nadar.  La cama enorme, un baño precioso,  y un balconcito con sus tumbonas y como no, por supuesto su escalerita al agua… era como tener una piscina privada inmensa.
Tras el xoc momentáneo, nos instalamos, y con el bañador puesto, la toalla y equipo de buceo en mano nos dirigimos a la laguna artificial que el hotel tiene en medio del complejo. No me cansaré de decir la palabra increíble, pero es que no tiene otra descripción. Para mi el hecho de nadar entre peces de multitud de colores, y con más de 20 tortugas marinas, no hay otra palabra que lo defina. Es una experiencia.

                                                                  Laguna interior



                                                 Nadando con una tortuga en la laguna

Más tarde nos dirigimos a comer, solo llevábamos contratado el desayuno.  Comer allí es más caro que en ningún otro lugar. Una hamburguesa completa con patatas y cerveza, y una pizza con otra cerveza nos subió a la friolera cantidad de 65 euros.. Ahí lo dejo jejeje. Pero eso si, todo muy bueno, y la cerveza para mi de la mejor que he probado, en España la voy a buscar ( cerveza HINANO).
Por la tarde sesión de playita y mucho sol. Aunque como en todos los días que pasamos en polinesia, de vez en cuando las nubes hacían su aparición.
Finalizamos el día cenando en el restaurante del hotel. Cena de diseño en el restaurante Le Tipanier. Se cena muy bien la verdad, pero vamos… 166 euros de cena para dos sin vino… pero aparte de la pasta, el primer día en Bora Bora fue como había imaginado… un sueño.
El séptimo día de nuestro viaje, ya en Bora Bora, amaneció algo nublado. Imaginaos mi mosqueo.. Pero bueno, la verdad es que duró poco, el cielo se volvió a abrir para el desayuno ( muy completo, típico desayuno americano).
El hotel dispone de un barco que te lleva a la isla principal ( Le Meridien se encuentra en un motu), es gratuito y tiene unos horarios muy flexibles, cada hora sale uno que te lleva y otro que te trae. Esa mañana lo cogimos a las 9 y alquilamos una bicicleta para recorrer la isla a nuestro aire. Desde el embarcadero a la ciudad principal solo distan 25 km así que es fácil recorrer la distancia. El alquiler son unos 30 euros dos bicis 6 horas.
Recorrimos el lado oeste de la isla, primero pasamos por punta matira, tiene una playa preciosa, puedes ir caminando desde la orilla hasta el arrecife donde acaba la laguna.



                                                                        Punta Matira



Tienes un montón de restaurantes donde poder comer desde comida típica, hasta hamburguesas o snaks. Paramos un rato en la playa, era casi una obligación viendo el agua azul turquesa. Más tarde continuamos hacia Vaitape, la capital… la verdad me la imaginaba algo diferente, estilo Tahiti, pero que va, es mas como un pueblecito con mucho ambiente, muchas tiendas, restaurantes, cruceros atracados, etc.. Compramos agua y cerveza “Hinano” por supuesto!! Ya que los precios no tienen comparación a los de los hoteles o restaurantes.  Os doy el consejo de que siempre que podáis, parad en un súper a comprar agua, la diferencia es muy significativa, ejemplo botella 0.5 l hotel 450 francos polinesios, y en el súper 100 francos…
Cogimos unos paninis y nos los llevamos a la playa donde pasamos otro buen rato haciendo fotos sin parar jejeje y para las 4 de la tarde volvimos hacia el embarcadero a coger la lancha de vuelta al hotel.
Al llegar fuimos un rato a bucear a la laguna y nadar con nuestras compis las tortugas y seguir tomando el solete.
Acabamos cenando en el fantástico restaurante Bloody Mary’s. Lo reservas en la zona de excursiones, y te vienen a buscar en lancha al hotel. Nos habían hablado mucho del restaurante, al llegar nos dieron algunas criticas pero igualmente decidimos ir. No tuvimos ningún problema, ni de esperas, ni mala comida, todo estuvo perfecto. Cenas en mesitas bajas, el suelo es de arena de playa y estas descalzo, esta súper bien.  Yo lo recomiendo! Eso si, más caro que otras cenas Que pena que no cenó aquella noche ningún famoso…
Al terminar la cena nos llevaron al hotel y ahí acabo nuestro segundo día en Bora Bora.



                                                                   Bora bora de noche


El tercer día apareció soleado, nos fuimos a desayunar, y a las 8:45 llego otro de los momentos que más había deseado, la excursión de los tiburones y las rayas. Lo primero a deciros es que de verdad hacedla, no tengáis miedo, pensad donde estáis o donde vais a estar, cuanta gente ha estado ahí que conozcáis, lo que habéis pagado por estar ahí, y sobretodo donde vais a poder hacer una excursión igual?? En serio es una experiencia única, estar en medio del océano rodeado de tiburones punta negra, en la inmensidad del Pacifico, aún se me ponen los pelos de punta.  Es normal tener respeto, pero no pasa nada, a mi pareja le costó, no quería hacer la excursión, pero una pareja de españoles que ya la había hecho le convencieron para hacerla, yo ya me veía haciéndola solo. Imaginaros lo que les gusto la excursión que aquella mañana por sorpresa se presentaron allí para hacer la con nosotros otra vez! La excursión la hicimos con tres chicos nativos. Existen dos excursiones, la de los tiburones en canoa típica en el océano y la del Lagonarium. Yo os recomiendo 100% la primera, cuesta 80 euros por persona pero son los mejores 80 euros gastados de mi vida. La del Lagonarium no la hice pk me dijo la chica de las excursiones que la otra le daba mil vueltas ya que veías a los tiburones en su lugar, el océano…. Se ve que en el Lagonarium están como en una piscina artificial.
Bueno retomo la excursión, los guías son dos hijos y su padre que te llevan en la canoa. Éramos 7 parejas y de ellas 4 españolas!! Lo pasamos muy bien. Primero fuimos fuera de la laguna para los tiburones. Te llevan cantando canciones típicas de ellos, e internacionales, tocando uno un timbal y otro un ukelele. Son muy divertidos, lo llevan en la sangre.  Llegamos a la zona y aún no había acabado de decir “podéis echaros al agua” cuando yo y un ítalo madrileño que hice de compi ya estábamos en ella. Fue toda una experiencia, flotando entre tanta agua, y entre tantos tiburones, llegue a contar más de 30 rodeándonos, increíble…al principio respeto, luego todo se transforma en adrenalina. Estuvimos casi tres cuartos de hora viendo como les daban de comer y pudimos hacer unas fotos estupendas ya que te pasan a dos palmos. En definitiva, alucinante.



                                                      Aqui estan los animalitos jejeje




Más tarde nos llevaron a bucear con las rayas, tb toda una experiencia, son muy amigables, te tocan y se te suben encima. Tienen un tacto como los delfines, muy suave y resbaladizo. Para finalizar nos llevaron a bucear a un jardín de coral muy bonito.



                                                                 Buceando en el arrecife

La excursión es de medio día, pero son unas 4 horas de lo más interesante. Acabamos el día tomando el sol en la playa y como no… en nuestra laguna buceando con las tortus… es que no te cansas de verlas nadar... Por la noche botellita de vino en la terraza para despedirnos de ella aquella noche ya que a la mañana siguiente con todo el dolor de mi corazón partimos de Bora Bora para ir a Fakarava a las 9 de la mañana.
Mis consejos para Bora bora serían:

1.    Si podéis no desaprovechéis la oportunidad de alojaros en un overwater, són más caros pero merece la pena.
2.    La excursión de los tiburones es obligada, en serio.
3.    Si os alojáis en un motu, Le meridien, St Regis, Lagoon, etc… llevad la media pensión ( si no queréis comer bocatas fríos comprados por la tarde en Bora Bora, o no tenéis pensado salir por la noche a cenar…) eso va a gustos.
4.    No compréis las perlas en Vaitape,  son más caras. Si podéis, hacedlo en Tahiti pearl market en Tahití, es donde más baratas las encontramos.

Etapa 5

La mañana del noveno día de vacaciones la verdad es que desperté algo triste. Serían las 6.30 de la mañana cuando nos despertamos para ir a desayunar ya con las maletas hechas. Sabía que me iba a otro paraíso como es Fakarava, pero mi corazoncito ya se había anclado en Bora Bora. Tengo claro que si algún día vuelvo, que no creo…. Estaré uno o dos días más allí.  Nos fueron a buscar las maletas a la habitación, y a las 8 estábamos en el barco rumbo al aeropuerto. Durante ese trayecto piensas de todo, e igualmente se te hace muy corto, te sigues maravillando por las vistas, te preguntas si volverás algún día, aunque por lo menos en mi caso con tristeza se la respuesta a esa pregunta, pero bueno, aquella imagen desde la lancha la tengo  retenida en mi retina e intentaré conservarla para siempre. Es difícil describir con palabras lo que se siente cuando vas en ese sofá tan xulo, navegando por la laguna sabiendo que es un viaje solo de ida… Ayyy venga… que ya os he aburrido un rato, continuo, que la verdad es que los siguientes 3 dias merecieron la pena.

Nuestro vuelo con destino a Rangiroa salió a las 9 y poco de la mañana, es un vuelo que dura 1:40 más o menos. Con la compañía Air Tahiti. Todos los aviones en los que nos montamos entre islas eran de hélices de unas 60 personas, no estaban mal. Allí son como el autobús, jeje, a lo mejor vas de Tahití a Bora Bora, pero hace escala en Huahine para que baje o coja gente, pero no os preocupéis, no paráis más de 20 minutos, y no tuvimos ningún problema con el equipaje. En todos los trayectos te dan un vasito de zumo muy rico.

Una vez en Rangiroa, tuvimos que cambiar de vuelo para ir a Fakarava. El aeropuerto de Rangiroa es digno de ver… rodeado de aguas turquesas, muy bonito. El día estaba muy soleado.
Para las 11:30 salió nuestro vuelo que duró unos 40 minutos si no recuerdo mal. Las imágenes desde el avión de los atolones imaginárosla, preciosa, tengo alguna foto, que he de colgar. Eso si, al llegar a fakarava a unos km de Rangiroa un tormentón del 15!! No me lo podía creer, el cielo negro, llovia como no había visto llover en mi estancia en las islas de la sociedad, y eso que una chica del Le Meridien, cuando nos pregunto a dónde íbamos y le comentamos el destino, dijo “ ahhh mucho sol, muy moreno!!”… si si. Nos recogieron en una furgoneta y nos llevaron al un puertecito donde nos recogió una lancha. Hay que decir que ya no llovía en ese momento. La travesia hasta la Pensión duró una hora y cuarto. Todo el trayecto con los chubasqueros amarillos de Pescanova que nos dejaron por si acaso nos caía otro diluvio, fue muy gracioso la verdad. A medida que nos acercábamos al destino, el día se fue abriendo dejando paso a un sol radiante, ver para no creer. Desde la lancha podías ver en el horizonte como seguía lloviendo.  Lo dicho, para las 13:30 ya estábamos en La pensión Raimiti ( hay que decir que aunque se les llame pensiones, no son como las de aquí, allí pensiones se les conoce a las casa rurales como aquí en España, son complejos o casas cuyos propietarios son nativos que las dirigen, la verdad el trato es más amigable).  Nos recibieron en el embarcadero el propietario Erick, su hija y yo creo que era su yerno… como con el francés no me entero tampoco pregunté mucho. Aquí tampoco ni papa de Español, inglés o francés.



                                                                                Raimiti


El lugar es difícil de describir, imaginaron una extensión de arena cubierta de palmeras y vegetación y en medio un pequeño restaurante y varias cabañas esparcidas, algo idílico, visto solo en películas, de verdad que te sientes como Robinson Crusoe. Nos explicaron cómo funcionaban las comidas, las excursiones, y nos mostraron nuestra habitación. La nuestra era la última, era una cabaña sin puertas ni ventanas, en su lugar cortinas. En la principal había un mueble y una cama con su mosquitera. Justo al lado de cada cabaña había otra más pequeña muy chula tb con tu ducha, lavabo y Wc.  Es un poco engorroso tener que salir de la cama en plena noche para ir al baño sinceramente pero bueno… es una experiencia, no?



                                                                  Robinson Bungalow

Después de dejar maletas, etc.. lo típico ver el lugar, fuimos a Tua ( se le conoce con esta palabra al hecho de ir a la zona donde rompen las olas, al lado opuesto de la laguna interior del atolón) o eso nos explico Erick, hicimos fotos, etc…

Para las 19, hora de cenar…un poco pronto para mi gusto… lo curioso es que para avisarte de las comidas ( desayunos, comidas, cenas, y para las exursiones) lo hacen haciendo sonar una gran caracola de mar. Tu estás tan tranquilo en tu porche de la cabaña o las hamacas frente a la orilla y de pronto…. AAAAAauuuuuuuuuuuuaaaaaa, y piensas…a comerrrr..es muy curioso. La comida muy buena todos los días. Para desayunar y comer rollo buffet (pequeño) tened en cuenta que los primeros dos días éramos 4 parejas. La cena era normal, ellos te servían.
Retomando, aquella cena estuvo muy bien, disfrutamos mucho del lugar, luego llego la noche cerrada. Suena divertido, gracioso, interesante, poder vivir estilo perdidos, en medio de la nada, en una cabaña sín luz, solo con el brillo de unos candiles y la luna llena verdad??.... pues cuando estas allí, por lo menos aquella noche no lo pareció. Nos entró un bajón… también hay que decir que veníamos del Meridien  Bora Bora, una gran diferencia. Nos vimos a oscuras, en una habitación sin puertas, rodeados de mosquitos dentro y fuera de la cabaña, sin nevera, tele, etc… era subreal, te preguntos que coño haces allí con la pasta que te has gastado. Eran las 20:30 horas y ya estábamos en la cama para dormir.

Imaginaros… eran las 5:00 y yo tenía los ojos como platos, me levanté y me fui a hacer fotos. Todo precioso, un día, una agua, unos cangrejos como conejos, me sentí mucho mejor la verdad, lo ví todo con otro color.  Después de desayunar nos llevaron de excursión al paso de Tetamanu a bucear. Vimos peces napoleón inmensos! Tiburones, y un verdadero arrecife de coral, nada de jardines ni rosetones, aquello era una garganta entera de coral llena de vida.



                                                     Arrecife en el paso de Tetamanu



                                                                           Arrecife



                                                                         Pez napoleon

También dimos una vuelta por el pueblo para ver la iglesia de coral entre otras cosas. Fue una gozada de excursión.  Más tarde volvimos a comer a Raimiti y a las dos horas ya nos llevaban a una playa a pasar la tarde como segunda excursión del dia. La playa de revista, joo parece que siempre digo lo mismo, pero es así.




                                                                         Playa fakarava

Aquel día ya fue diferente, la tristeza del día anterior pasó, supongo que fue el cambio tan brusco, pero luego reflexionas y te das cuenta del lugar en el que te encuentras y lo privilegiado que te sientes en ese momento… ya luego a la vuelta en casa volverán tus verdaderos privilegios jajajaja.
Llego la noche del segundo día y después de cenar y tomarnos una Hinano en la playa del reciento nos fuimos a dormir.



                                                                Arcoiris en Fakarava

Dia 11, 6:30 A.M nublado… que raro! Y como no a las 8:30 el sol quemaba. Aquella mañana salí temprano a la orilla para hacer una fotos y unas grabaciones con la cámara…y mi sorpresa, 2 tiburones en la orilla tan normales… que tranquilidad me dieron las aguas que rodeaban mi cabaña jejejeje, se que no hacen nada (o eso dicen) pero no es lo mismo saber que vas a nadar entre ellos a que estés tan tranquilo nadando o buceando en la playa y al darte la vuelta encontrarte uno de cara! Cuando se lo enseñe a mi marío casi le da algo. Erick me comento al ver la foto que era raro que solo hubiera visto dos…. Me tranquilizó más… pero me dijo que no me preocupara, que podía bañarme tranquilo.
Después de desayunar, otra excursión, esta vez nos fuimos todos, Erick, su hija, su nieta de 3 añitos, dos chicos más, y sus dos perros, dos pastores alemanes preciosos y muy dóciles. Nos llevaron a un motu que tendría 300m2,  con palmeras y arboles llenos de pájaros, rodeados de aguas increíbles, coral, peces e colores, y como no tiburones. Buceamos, tomamos el sol, los perros jugaban cogiendo tiburones pequeños con la boca… de verdad y ellos lo veían lo más normal…tuve que salvar un tiburoncito de las fauces de uno de ellos.. pobrete, quien me lo iba a decir a mi. Me tienen grabado con la cámara con el tiburón cogido, si no nadie me creería!.



                                                    Aqui teneis al pequeñajo en la orilla

Fue todo muy especial también, una gente muy agradable, lástima el idioma, te gustaría hablar y compartir más que tres palabras….Ese día comimos en la playa, llevaron sándwiches y bebidas.Esa islita estaba a 1:30h de Raimiti.



                                                   Motu de la excursión en Fakarava


                                                                      Motu fakarava

 Llegamos al hotel para las 15h y a las 16h para otra playa. Fue un día muy completo. Y como todos los demás días a las 21:00h después de cenar para la cama.

Nuestro último día en Fakarava lo pasamos en la playa ya que nuestro vuelo salía a las 15h y teníamos esa hora y cuarto hasta el aeropuerto en lancha.
El principio de la estancia fue duro, pero recomiendo a todo el mundo una visita a este atolón, quizás eso si, al principio del viaje. La experiencia de estar sin luz es muy chula…pero si volviera tal y como somos nosotros la próxima seria en una estancia iluminada por la noche jejeje.

Etapa 6

Lo dicho anteriormente, a las 13:30 estábamos ya en el aeropuerto de Fakarava rumbo a nuestro destino final, Tahití. La travesía en lancha fue muy amena pero también muy cansada.
El vuelo duró una hora aproximadamente. Entre una cosa y otra nos montamos en el coche de alquiler ( contratado desde Barcelona mediante la agencia) a las 17 h rumbo a Teahupoo donde estaba nuestra próxima pensión Vanira Lodge. La verdad es que ese dato se me escapó, yo creía estar cerca del bullicio de la capital Papete, y no a casi 1:30 de ella en coche… No nos costó llegar mucho, estaba bien indicado el camino de acceso, aunque no hay apenas señales y entradas a los diferentes pueblecitos. Al llegar la propietaria francesa del Vanira Lodge nos enseño nuestra cabaña en plena montaña tahitiana, preciosa, apartada en plena selva, con su jardín, hamacas y piscina, estaba muy bien la verdad. Ya os digo, la única pega es que estaba muy lejos del turismo y la zona comercial. Aquella noche nos fuimos a un restaurante cercano a cenar, más barato la verdad que otras islas para finalizar el día durmiendo a eso de las 22h.

Eran las 7 de la mañana cuando nos trajeron el desayuno al porche, tostadas, frutas, zumo, embutido etc… una bandeja muy completa. Te lo traen a la habitación sin ningún coste extra. Llevábamos contratado el desayuno. Después del petit dejeuner  nos fuimos dirección este de la isla para visitar el valle del papenoo, las tres cascadas de faarumai, el hoyo soplador, el monte Belvedere y finalizamos en Paapete comiendo en un restaurante. Os recomiendo que hagáis la ruta pero por el lado contrario ya que las indicaciones y carteles se encuentran en la otra dirección. Nosotros nos perdimos un par de veces ya que por nuestra carretera no nos indicaban los accesos a estos lugares.Lástima que era domingo, y aquello parecía un desierto, todo cerrado, no había mucha vida, una pena. Aunque és un lugar turístico, el domingo es sagrado jejeje todo el mundo en misa, es increíble la de iglesias que hay, pero exagerado y a cual más diferente en colores, tamaño y forma.  Volvimos a nuestro hogar por el lado oeste y paramos en la playa de maui un rato a tomar el sol. Más tarde fuimos a la piscina del Vanira Lodge y acabamos cenando en la habitación (tienen cocina). Nos preparamos una buena cena y la comimos en la terraza con una botellita de vino. Los domingos el super cierra a las 11 de la mañana, así que nos dio tiempo a comprar algo. Cerca del Vanira lodge, hay restaurantes, supermercados y tiendas de los locales. Eso si, el ambiente nocturno de la zona es para ellos, la zona de la playa de Maui estaba muy ambientada, los restaurantes llenos, etc… pero ya os digo, yo como turista me siento más seguro en una zona turística, aunque nos dijeron que todo Tahití es seguro, pero bueno esa sensación no te la quita nadie.

Si os gusta algo que no sea muy turístico, más tranquilo, estar con locales, esta zona es para vosotros. Si sois de los que les gusta más rollo Sitges, playa de aro, etc… escojed un hotel más cercano a la capital.

Nuestro último día en la polinesia transcurrió muy tranquilo, nos levantamos temprano, desayunamos, hicimos el check out y partimos hacia Paapete. Lo primero fue dejar las maletas en el hotel donde pasaríamos nuestra última noche, Tahiti Air Hotel. Luego fuimos al mercado de Paapete. Es muy grande e ideal para hacer compras. Es muy bonito, y yo lo vi todo bastante seguro. Nos pasamos más de 4h dando vueltas buscando las mejores ofertas jajaja. Las perlas en Tahiti pearl market y los regalitos, monoi, vainilla, etc… en el mercado. Visitamos la catedral de Notre dame, las callejuelas, me quede con las ganas de hacerme el tatuaje, pero bueno… otra vez será.
Para comer fuimos a un centro comercial cercano, pero no recuerdo el nombre y a las 17h tuvimos que dejar el coche de alquiler en el aeropuerto. Una pena… ya se nos había acabado el rollo,  nos dirigimos para el hotel y pasamos la tarde pasando fotos de la cámara al notebook, y conectados con los compis gracias al wifi gratuito del hotel. El hotel es no fumadores así que fumábamos en la terraza viendo despegar y aterrizar los aviones imaginando que en uno de esos que llegaba estábamos nosotros para comenzar de nuevo. Pero como todo lo bueno se acaba, aquella noche la acabamos tomándonos nuestra última Hinano en la terraza con la luna llena iluminando Morea al fondo, que mejor imagen para finalizar nuestra estancia en la polinesia…nos dieron las 4 de la mañana recordando todo lo vivido.

Nuestro vuelo via los Angeles-París salió a las 7 de la mañana, así que imaginaros, apenas dormimos. Esta vez no tuvimos la suerte de ir en Bussiness, pero bueno en economy, nuestro verdadero lugar jajaja no estuvimos mal, solo pensábamos lo bien que estarían en la zona delantera….Después de parar en los Ángeles, pasar su inmigración que tiene telita, llegar a Paris, otra vez chequeos, por fin llegamos a Barcelona a las 9 de la noche del día siguiente.

Y aquí finalizó mi gran sueño, perseguido desde hacía mucho tiempo, mientras escribo esto no dejo de recordar todas las imágenes almacenadas en mi cabeza, y es imposible no dejar entrever los ojos vidriosos por la tristeza de pensar que ya se acabó, pero bueno, todo sigue, no… quien sabe, tal vez algún día vuelva a pisar aquel paraíso,  aunque para mí, más que el paraíso es el Edén.

Espero no haberos aburrido mucho!!

Iván

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